La experiencia erótica de Pedro rodando su culo
Pedro estaba ansioso por ver qué le depararía su primera experiencia erótica. Siempre había soñado con que su primera cita le sacara el culo. Pero nunca se había dedicado lo suficiente como para perseguirlo realmente. Había pasado los últimos años conociendo a poca gente y dedicándose a sus estudios. La llegada de Júlia, sin embargo, cambió esta realidad. Ella era una mujer hermosa y poderosa, y era la única a la que él tuvo el coraje de abrirse sexualmente. Al llegar a su apartamento, Pedro se sintió inmediatamente atraído por ella. La forma en que Júlia hablaba de sexo y las poses que asumía para que Pedro se sintiera menos tímido era todo lo que necesitaba para sentirse más cómodo. Sintió que ella quería lo mismo que él, y esa emoción fue la que le dio el valor para continuar.
Cuando Júlia comenzó a explorar a Pedro con sus manos y labios, él sentía su cuerpo temblar con cada caricia. Se acostó sobre él y, cuando sintió su miembro palpitar en su cuerpo, comenzó a masajearlo suavemente. Luego tomó un vibrador y comenzó a estimular todos sus puntos sensibles con movimientos suaves y aún más firmes, hasta que Pedro se sintió listo para penetrarla. Cuando Júlia lo guiaba dentro de ella con sus movimientos, los gemidos de Pedro se mezclaban con sus suspiros. Presionó con cuidado y, al mismo tiempo, con pasión para estirar su trasero con cada presión. Pedro nunca antes había sentido tanta lujuria. Él y Júlia se miraron a los ojos y pudo sentir que habían establecido algo mágico allí.
La Luz de la Mañana Hija del Jefe Pervertido dando Culo
Es cierto que pasaron buena parte de la noche juntos, pero sólo cuando amaneció Pedro pudo comprender el verdadero significado de todo. Nunca antes había pasado toda esa noche en contacto íntimo, había sentido un placer intenso y también emociones y sensaciones que podía sentir en su cuerpo. Mientras Júlia lo besaba, sintió su pecho palpitar y una fuerte corriente recorrer su cuerpo. Entonces supo que esto podría considerarse una primera cita real y que nada volvería a ser igual que antes.
Pedro miró por la ventana del balcón y vio salir el sol afuera, recordándole que aunque ese momento íntimo terminara haciéndole el culo. De esa manera todavía había mucho tiempo para disfrutar y divertirse. Abrazó a Júlia y la sostuvo en sus brazos hasta que amaneció por completo, sabiendo que ese era el comienzo de muchos momentos de conexión aún por venir.
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