El chico grande domina la corona perfecta y le golpea la polla. A una mujer madura le gusta que la dominen los machos y por eso deja que el travieso joven haga con ella lo que quiera. Como es tan guarra, la traviesa abrió las piernas para el chico que metió la mano en ese coño y lo mojó hasta el punto de gotear de placer. El chico le dio un puñetazo en la polla de buena gana, como le gusta a la corona y ella disfrutó mucho, volviéndose loca de tanto placer.
- 0