Madre e hija, dos chicas calientes se lo dieron al joven cabrón. Las dos son unas zorras deliciosas que, muy cachondas, comenzaron un sexo muy placentero. Estaban tan ansiosos que el bastardo pronto sacó su pistola y recibió una doble mamada. Luego ellos, cachondos, se turnaron para comerse su polla, formando un trío de ensueño.
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