Metiéndoselo por el culo a esta morena caliente y traviesa
Fui a su casa a divertirme, no sabía que estaba tocando el culo de esta morena caliente y traviesa. Por supuesto, estaba muy entusiasmado con la oportunidad de divertirme con ella. Desde que llegué sentí que ella era diferente a otras mujeres que ya había conocido. Parecía más madura, sensual y dispuesta a nuestros juegos de seducción.
Nos besamos salvajemente y comencé a pasar mis manos por todo su cuerpo. Escuchaba sus gemidos y suspiros mientras la tocaba. Fue en ese momento que me di cuenta de que quería algo más que besos y caricias. Abrió la ventana del dormitorio y cuando miré hacia afuera, vi la luna llena brillando intensamente. Sabía que nuestra verdadera aventura comenzaría allí.
Me quité la ropa, dejando al descubierto mi miembro duro y erecto y también me quité el de ella, dejando al descubierto su cuerpo escultural. Ella comenzó a tocarme por todas partes, enviando un calor intenso por todo mi cuerpo. Después de un rato, me puso boca arriba y empezó a subirse encima de mí.
Sentí su calor mientras subía. Cuando llegó a la cima y encajó su intimidad con la mía, comenzó a montar mi miembro frenéticamente. Ambos gemimos y gritamos mientras nuestros cuerpos se follaban entre sí. Ella me besó apasionadamente, mientras aceleraba aún más el ambiente.
Al momento siguiente me dijo que me pusiera a cuatro patas y se colocó detrás de mí. Ella abrió mis nalgas y empezó a lamerme en esa zona. Luego hundió la lengua y empezó a penetrar aún más.
Ella me penetró con su miembro y finalmente se lo metí por el culo.
Todos sus movimientos eran lentos y constantes, pero cuando empezó a aumentar el ritmo, no pude contenerme y comencé a correrme. Entonces se puso el condón y se acostó debajo de mí. Ella me guió para sentarme en su regazo y luego comencé a mover mis caderas según su ritmo. El calor de nuestro contacto iba aumentando con cada paso.
Ella se movió debajo de mí en perfecta medida, sentí su miembro duro calentando mi intimidad con lujuria y placer. Mientras me balanceaba, ella entró en mí cada vez más fuerte hasta que finalmente sentí que estaba en la nube nueve. De esa manera me penetró con su miembro, que ahora era mucho más intenso, y finalmente me estaba metiendo en su culo.
¿Qué sensación tuvo eso? Nos sumergimos en ese momento como si fuéramos dos partes de un todo. Explotamos con nuestros intensos y prolongados orgasmos y el universo se detuvo a nuestro alrededor.
Cuando todo terminó, nos abrazamos más fuerte y nos besamos mientras permanecimos allí por un buen rato, disfrutando del placer que habíamos experimentado. Ese momento nunca desaparecerá de nuestros recuerdos, y en esas noches de luna llena siempre recordaré la oportunidad que tuve de divertirme con esa morena caliente y traviesa, follándole el culo.
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