Rabuda se pone a cuatro patas en el sofá y siente la polla dentro de ella. Una chica desvergonzada y con un gran culo se estaba volviendo loca con ganas de darle su hermoso culo goloso. La traviesa lo empujó muy caliente hacia el chico al borde del sofá y por eso follaron de verdad. La guarra se puso muy cachonda y se corrió deliciosamente sobre la polla del chico que la golpeó con inmenso deseo.
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