Comiéndose a la chica caliente de la oficina. Este lugar parece un motel con tantas zorras calientes sucediendo allí. Ese día, una rubia traviesa decidió echar un duro polvo con su jefe. Por eso se quedó hasta tarde y los dos empezaron a echar un polvo súper caliente. La traviesa se quitó las bragas y así se las dio al chico que le levantó el vestido y se la folló muy cachonda a la traviesa.
- 0